Ocho infracciones ambientales, entre ellas sobreproducción, operaciones sin evaluación ambiental y residuos en áreas protegidas de Aysén

La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) concluyó el procedimiento sancionatorio contra Cooke Aquaculture S.A., confirmando ocho infracciones graves en tres centros de cultivo de salmones en la Región de Aysén. La decisión incluye la clausura definitiva de los centros Huillines 2 y Huillines 3, ambos emplazados en el Parque Nacional Laguna San Rafael, y una multa que supera las 1.660 UTA (cerca de U$1,4 millones).
En el caso del CES Punta Garrao, Sernapesca constató que la compañía superó en un 22,7% la producción máxima autorizada, alcanzando más de 3.068 toneladas entre 2017 y 2019. Además, el centro operaba con estructuras fuera del área de concesión y sin planes de contingencia frente a derrames de hidrocarburos ni para la protección del huillín, especie en peligro de extinción.
Respecto a los centros Huillines 2 y Huillines 3, la SMA determinó que Cooke modificó de forma sustantiva sus proyectos sin someterlos a evaluación ambiental, tras incrementar la producción en más de 35 toneladas con sistemas intensivos y sin contar con Resolución de Calificación Ambiental (RCA). También se detectaron estructuras fuera de concesión y residuos acuícolas en el borde costero.
La autoridad resolvió la clausura total de ambos centros, una de las sanciones más drásticas contempladas en la legislación, y elevó la decisión al Tribunal Ambiental, como exige la normativa vigente.