Analizará si la adquisición podría afectar la libre competencia en sectores estratégicos como centros de datos e infraestructura crítica.

La Fiscalía Nacional Económica (FNE) abrió formalmente una investigación sobre la adquisición de Fleischmann S.A. por Dragados S.A., filial del Grupo ACS. Esto significa que el regulador de la libre competencia en Chile iniciará un análisis detallado para determinar si la transacción podría reducir la competencia en el mercado. El procedimiento no implica, en esta etapa, un juicio anticipado sobre los riesgos, pero sí marca el inicio de una revisión que puede terminar con aprobación simple, con condiciones o con la prohibición de la operación.
La resolución N°225 del 20 de agosto de 2025 —firmada por Vicente Lagos, jefe (s) de la División de Fusiones de la FNE— instruyó abrir el expediente bajo el Rol F425-2025. El proceso se activó luego de que la notificación inicial presentada el 7 de julio fuera declarada incompleta, lo que obligó a complementarla el 5 de agosto.
El caso reviste especial interés porque Dragados, brazo de construcción e ingeniería del Grupo ACS, anunció en junio la compra del 100% de Fleischmann, una de las compañías chilenas más reconocidas en ingeniería y montaje industrial, con más de 80 años de trayectoria y 1.200 empleados. Fleischmann está especializada en soluciones integrales que van desde el diseño hasta la ejecución y el mantenimiento de proyectos complejos, con fuerte presencia en centros de datos, hospitales, industrias y energía.
“Esta adquisición refuerza nuestra presencia en Latinoamérica y mejora nuestra capacidad para atender a clientes globales con soluciones avanzadas de infraestructura digital”, señaló entonces el CEO de Dragados, Santiago García Salvador. La compra también alinea al grupo con el Plan Nacional de Centros de Datos de Chile, que prevé inversiones estimadas en U$2.500 millones durante los próximos cinco años.
El Grupo ACS, matriz de Dragados, es presidido por Florentino Pérez, quien además es su mayor accionista. ACS adquirió Dragados en 2002 y desde entonces Pérez ha sido una figura clave en la dirección y estrategia del conglomerado, que se ha convertido en uno de los mayores actores mundiales en construcción y concesiones. La operación en Chile refuerza esa visión global de expansión en infraestructura crítica y digital.
Más allá de los argumentos estratégicos, el interés de la FNE apunta a determinar si la integración de Dragados y Fleischmann puede implicar un exceso de concentración en mercados sensibles como el de infraestructura digital, donde las capacidades técnicas y la experiencia acumulada constituyen una ventaja competitiva difícil de replicar.
En este contexto, el inicio de la investigación abre tres posibles desenlaces:
a) Aprobación pura y simple: Si la FNE concluye que la operación no genera riesgos relevantes para la libre competencia, puede aprobarla sin condiciones. Es el escenario más rápido y menos costoso para las partes, pero requiere acreditar que existen suficientes actores en el mercado capaces de disciplinar el comportamiento de la empresa resultante.
b) Aprobación sujeta a medidas de mitigación: Cuando se identifican riesgos de concentración, la FNE puede aprobar la transacción condicionada al cumplimiento de remedios. Estos pueden ser conductuales (por ejemplo, compromisos de acceso abierto o no exclusividad en contratos) o estructurales (como la desinversión de activos o negocios). Este suele ser el camino intermedio en fusiones complejas, donde se busca compatibilizar los intereses de las compañías con la protección de la competencia.
c) Prohibición: Es la alternativa más extrema y poco frecuente. Se aplica cuando la FNE determina que los riesgos son tan severos que ni siquiera con remedios es posible resguardar la competencia. En ese escenario, la operación no puede materializarse en Chile.
La revisión de la FNE cobra especial relevancia porque involucra a un sector en plena expansión: la infraestructura digital y los centros de datos, donde Chile aspira a consolidarse como hub regional. El desenlace será clave no solo para Dragados y Fleischmann, sino también para el desarrollo de un mercado donde confluyen actores tecnológicos globales, reguladores locales y una creciente demanda por conectividad crítica.