Compras informales online llegan a U$315mn: la economía paralela que no frena en Chile

Aunque el e-commerce formal crece 10% anual, la informalidad digital sigue avanzando, señala la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC).

CNC: US$315 millones en compras informales online: la economía paralela que no frena en Chile

El comercio electrónico en Chile sigue creciendo con fuerza, pero con una sombra difícil de ignorar: la informalidad. Según el más reciente informe de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), durante el segundo trimestre de 2025 se realizaron compras online en el retail por un total de U$2.543,8 millones, cifra que representa un alza del 10% respecto al mismo período de 2024.

El problema está en la otra cara de la moneda: U$315,4 millones de ese total correspondieron a compras informales, es decir, transacciones sin boleta, sin pago de impuestos o con algún grado de irregularidad. Aunque el porcentaje global de informalidad se mantiene en torno al 9%, el volumen sigue siendo gigantesco: en la primera mitad del año ya suma U$546,3 millones.

Nacional vs. internacional

El estudio distingue entre portales nacionales e internacionales. En Chile, un 9% de las transacciones en plataformas locales fueron informales, dos puntos porcentuales más que hace un año. Las redes sociales son el espacio más expuesto: casi la mitad de sus ventas son informales.

En el ámbito internacional la situación es incluso más grave: uno de cada cuatro pedidos tiene irregularidades tributarias, especialmente en compras que superan los U$41 y que entran al país sin pagar los impuestos correspondientes. Entre abril y junio de 2025, los chilenos gastaron U$528,5 millones en portales extranjeros, y al menos U$94,7 millones de ese monto presentó algún grado de informalidad.

Vestuario, el rey de la informalidad

En cuanto a categorías, el informe es claro: el vestuario lidera tanto en número de transacciones como en gasto informal. El 41% de las compras informales corresponde a ropa, cifra que ha subido 7 puntos porcentuales en un año. En esta categoría, uno de cada cuatro artículos se compra de manera informal.

Le siguen accesorios y regalos (12% de participación), calzado (8%) y artículos de entretención y mascotas (7% cada uno). Pero al observar el peso de la informalidad dentro de cada rubro, los resultados son aún más reveladores: accesorios y regalos muestran un 22% de informalidad, mascotas un 18%, automotriz un 15% y entretención un 14%.

Radiografía del gasto informal

El análisis de gasto confirma que el problema está lejos de ser marginal. En accesorios y regalos, U$29 de cada U$100 son informales, mientras que en vestuario la cifra alcanza U$27. En artículos de entretención y automotriz, los montos irregulares equivalen a U$19 y U$17 por cada U$100 respectivamente.

El perfil de los compradores

La informalidad no se distribuye de manera homogénea. Según el informe, son las mujeres, los jóvenes y los segmentos de menores ingresos quienes más recurren a este tipo de transacciones. La Generación Z alcanza una tasa de informalidad del 18%, el mismo porcentaje que el nivel socioeconómico D. Además, Santiago concentra más operaciones informales que las regiones.

Medios de pago y nuevas tendencias

El método de pago más usado en compras informales sigue siendo la tarjeta de débito (50%), aunque también destacan las tarjetas de casas comerciales (15%), cuyo peso ha venido aumentando. Llama la atención la fuerte caída de las transferencias bancarias: en un año bajaron de 19% a apenas 8% de las operaciones, en parte por el nuevo tope legal a las transferencias mensuales.

Un desafío institucional y cultural

Más allá de los números, la CNC advierte que la informalidad digital no puede atacarse solo con fiscalización. Según la entidad, el problema exige un marco regulatorio más acorde con la dinámica del comercio online y políticas que faciliten la formalización de microemprendedores digitales. También se requiere educar al consumidor, que muchas veces minimiza los riesgos de optar por lo informal.

El dilema es profundo: mientras el e-commerce formal se expande con dos dígitos anuales, la economía en la sombra se consolida como parte del ecosistema digital. En la práctica, miles de consumidores normalizan estas prácticas por precio, flexibilidad y facilidad de acceso, mientras que los costos recaen en la competencia desleal para el comercio formal y en una menor recaudación tributaria para el Estado.