China Southern Power Grid negocia la compra del 72% de Transelec

Completaría el control total, ya posee un 28% desde 2018.

China Southern Power Grid negocia la compra del 72% de Transelec

China Southern Power Grid (CSG), la segunda mayor compañía de transmisión eléctrica de China, negocia la compra del 72% de Transelec que aún está en manos de fondos canadienses. El movimiento —valorado en más de U$ 4.000 millones— completaría el control total de la mayor transmisora de electricidad en Chile, donde la estatal china ya posee un 28% desde 2018, según adelantó la agencia de noticias Bloomberg.

La operación involucra al Canada Pension Plan Investment Board (27,73%), British Columbia Investment Management (26%) y el Public Sector Pension Investment Board (18,48%). También participaría Patria Investments y un fondo soberano chino.

Transelec, columna vertebral del sistema

Transelec es el actor dominante en transmisión, con más de 10.000 kilómetros de líneas que abastecen a casi el 100% de la población. Su rol es crítico para la transición energética chilena: permite trasladar la generación solar y eólica del norte hacia los centros de consumo en la zona central y sur.

La compañía mantiene un perfil financiero sólido. En 2024 y el primer trimestre de 2025 incorporó proyectos por unos U$ 240 millones y pagó íntegramente un bono internacional de U$ 375 millones. Su margen EBITDA se mantiene en torno al 80% y conserva grado de inversión, con liquidez de U$ 397 millones al cierre de marzo.

El músculo financiero de China Southern

La estatal china llega a esta negociación con un respaldo significativo. Fitch mantiene su calificación en A+, igualada a la nota soberana de China, aunque con perspectiva negativa. La agencia destaca su rol estratégico como operador único en cinco provincias del sur del país, el fuerte involucramiento estatal y los precedentes de apoyo financiero directo.

En paralelo, sus resultados muestran cierta desaceleración. En el primer semestre de 2025, CSG reportó ingresos por CNY 1.405 millones (unos U$ 193 millones), frente a CNY 1.555 millones del mismo periodo del año anterior, y utilidades netas por CNY 175 millones (U$ 24 millones), también a la baja. Pese a ello, su posición de liquidez y acceso a financiamiento respaldado por Pekín le permiten ejecutar operaciones de gran escala como la compra de Transelec.

China, dueña de la energía

Si CSG logra el control total, completará un avance sin precedentes de capitales chinos en la energía chilena. Desde 2020, State Grid adquirió Chilquinta Energía y CGE, con lo que pasó a controlar más de la mitad de la distribución eléctrica, atendiendo a tres millones de clientes. A ello se suman inversiones de China Three Gorges y China Power International en generación renovable, además de PowerChina en construcción de infraestructura.

En menos de una década, empresas estatales de Pekín se han convertido en los principales actores del sector eléctrico chileno, con presencia en distribución, generación y, ahora, transmisión.

Riesgos y soberanía

El desembarco chino genera un debate incómodo. Por un lado, las inversiones han modernizado redes y acelerado la transición hacia energías limpias. Pero, al mismo tiempo, expertos advierten sobre los riesgos de depender de conglomerados controlados por un gobierno extranjero en un sector considerado estratégico.

El interrogante es hasta qué punto Chile puede aceptar que decisiones críticas sobre su sistema eléctrico se definan en Pekín. La discusión se vuelve más urgente en un contexto de tensiones geopolíticas y de competencia global por recursos estratégicos como el cobre y el litio.

Salida canadiense, avance chino

Para los fondos canadienses, la venta de Transelec significaría materializar retornos de una inversión estable. Para China, en cambio, sería consolidar una jugada estratégica: dominar integralmente la infraestructura energética de un país clave en la transición global hacia energías renovables.

De cerrarse la operación, Chile enfrentará un escenario inédito: su red de transmisión y distribución controlada casi en su totalidad por capitales estatales chinos.