Liquidación de Sartor revela el pobre actuar

La liquidación de Sartor AGF no solo arrasó patrimonios con caídas de hasta -89% en sus fondos, también dejó al desnudo un flanco incómodo: el rol de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
El propio Hecho Esencial remitido por la administradora admite que los deterioros venían “desde hace tiempo” sin reflejarse en la contabilidad hasta fines de 2024. ¿Cómo se permitió esa brecha de transparencia? La CMF recién intervino en agosto de 2025, con la Resolución Exenta N°8213 que ordenó traspasar los fondos rescatables a Toesca AGF. Una medida correcta, sí, pero tardía: los inversionistas ya tenían pérdidas irreversibles.
La señal es clara: el regulador actuó más como notario de la catástrofe que como guardián preventivo del mercado. Un patrón que refleja la dependencia excesiva de reportes formales, sin capacidad de anticipar riesgos de valorizaciones infladas o contabilidad opaca. Así, la CMF terminó avalando estados financieros que no mostraban el verdadero deterioro de las carteras.
El gran desafío es si este episodio marcará un antes y un después. Porque la confianza en el sistema no se recupera con la designación de un liquidador, sino con un regulador que prevenga, no que certifique lo inevitable. Hoy la señal es inquietante: en Chile, los inversionistas se enteran de sus pérdidas cuando ya no hay nada que hacer.